El traje es una prenda indispensable para cualquier hombre. Ya sea para ocasiones especiales, eventos formales o incluso como parte de la vestimenta diaria en la oficina, todo hombre debería contar con al menos un buen traje en su armario.
Sin embargo, no se trata únicamente de tenerlo, sino de saber cómo llevarlo correctamente. Vestir un traje no significa automáticamente estar bien arreglado; si no se ajusta a la talla adecuada o no refleja la personalidad de quien lo porta, puede generar una impresión negativa.
Dominar el arte de usar un traje es clave para proyectar una imagen elegante y profesional. Por ello, aquí te compartimos los errores más comunes que los hombres suelen cometer al vestir un traje, para que puedas evitarlos y lucir impecable en cualquier ocasión.
Trajes demasiado holgados o muy ajustados
Elegir el traje correcto no siempre es sencillo, pero es fundamental para lograr una buena apariencia. Un error muy frecuente es usar trajes que no son de la talla adecuada.
Cuando son demasiado ajustados, generan incomodidad, limitan la movilidad y pueden dar una apariencia poco natural. Esto ocurre a menudo con los populares trajes slim, que, aunque están en tendencia, no siempre favorecen la figura.
Por otro lado, llevar trajes demasiado grandes provoca el efecto contrario: hace que la silueta luzca desproporcionada y resta presencia. Mangas largas, hombros caídos o un torso demasiado amplio transmiten descuido e incluso inmadurez, recordando la moda de los trajes holgados de los años 80, que hoy ya no resultan apropiados.
En ambos casos, no vestir un traje a la medida hará que parezca prestado, restando elegancia y comodidad.
Corbatas fuera de proporción
Otro error común está relacionado con la corbata. Aunque su color y textura deben combinar con el traje y la camisa, el grosor y el largo son igual de importantes.
Una corbata demasiado ancha, muy delgada o con un largo inadecuado puede arruinar un look. La regla básica es que el ancho de la corbata coincida con el de la solapa del saco, y que el extremo inferior quede justo por encima del cinturón, sin sobrepasarlo.
Mostrar demasiado
En la actualidad, muchas personas optan por no usar corbata y llevar la camisa ligeramente abierta.
No obstante, desabotonar más de un botón puede transmitir una imagen descuidada, sobre todo si se deja a la vista la camiseta interior o el pecho.
Lo ideal es mantener la camisa completamente abotonada o, como máximo, dejar un solo botón desabrochado para lograr un estilo relajado, pero sin perder elegancia.
La elección de los zapatos
Los zapatos son el complemento final de cualquier traje, y llevar los incorrectos puede arruinar todo el atuendo.
Un error común es combinar zapatos de colores que no armonizan con el traje, como usar calzado color miel con trajes azul oscuro, una combinación frecuente pero poco acertada.
Lo recomendable es elegir zapatos que coincidan con el tono del traje o de la corbata, o que sean ligeramente más claros, logrando un contraste sutil y elegante.
En el caso de los tenis, su uso con traje se ha popularizado entre los más jóvenes, ya que aporta un estilo moderno y relajado. Sin embargo, es fundamental que estén limpios y en buen estado para no arruinar el conjunto.
Camisas: ni muy holgadas ni demasiado ajustadas
La camisa juega un papel fundamental en el conjunto. Al igual que el traje, debe tener un ajuste correcto:
- Si es demasiado holgada, dará una apariencia desaliñada y se arrugará con facilidad.
- Si es muy ajustada, afectará tanto la comodidad como la estética.
Un detalle importante es que la manga de la camisa debe sobresalir ligeramente de la chaqueta, unos pocos milímetros, para lograr un acabado más elegante y estilizado.
Atención a las medias
Un error frecuente es pensar que las medias no importan porque quedan cubiertas por el pantalón. Sin embargo, cuando te sientas, se hacen visibles, por lo que elegirlas adecuadamente es esencial.
Se recomienda optar por medias oscuras y, de preferencia, del mismo tono que el traje, evitando colores claros o diseños llamativos. Esto aporta coherencia y elegancia al look, cuidando cada detalle de la cabeza a los pies.
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